Con está guía no habrá perdida en el cultivo de tomates en surcos. Los mejores consejos y infalibles métodos que te harán tener tomates espectaculares. Plantar en hileras no sólo maximizará la producción, sino que también ayuda a la organización y el mantenimiento. En este artículo hablaremos de los pasos necesarios para preparar la tierra, crear hileras y cuidar las tomateras. Sigue estos consejos y estarás en camino de una abundante cosecha de tomates.
Preparación del suelo

Antes de empezar a plantar tomates en hileras, es fundamental preparar bien el suelo para ofrecer las mejores condiciones de crecimiento posibles a tus tomateras. El primer paso es elegir un lugar bien drenado y soleado para tu huerto de tomates. Lo ideal es que la zona reciba al menos 8 horas de luz solar al día.
A continuación, es importante cultivar la tierra para asegurarte de que esté suelta y bien aireada. Puedes utilizar una horquilla de jardín o un motocultor para aflojar la tierra hasta una profundidad de al menos 30 cm. Esto favorecerá un buen desarrollo y penetración de las raíces y permitirá a las plantas acceder al agua y los nutrientes con mayor eficacia.

Una vez mezclado el compost con el suelo, es una buena práctica realizar un análisis del suelo para determinar el nivel de pH. Los tomates prosperan en suelos ligeramente ácidos, con un pH comprendido entre 6,0 y 6,8. Si el nivel de pH es demasiado bajo, puedes elevarlo añadiendo cal, y si es demasiado alto, puedes bajarlo incorporando azufre elemental.
Por último, alisa la superficie del suelo con un rastrillo para crear un lecho uniforme y nivelado para las hileras de tomates.
Quitar las malas hierbas y los escombros

Antes de plantar, es importante eliminar meticulosamente las malas hierbas y los escombros de la zona donde se establecerán las hileras de tomates. Las malas hierbas no sólo compiten con las tomateras por el agua, los nutrientes y la luz solar, sino que también son huéspedes de plagas y enfermedades que pueden dañar la cosecha de tomates.
Si limpias la zona de malas hierbas y desechos, reducirás significativamente el riesgo de infestaciones de plagas y enfermedades, creando un entorno de crecimiento más sano para tus tomateras.
Puedes arrancar manualmente las malas hierbas, asegurándote de extraer las raíces para evitar que vuelvan a crecer. Para las zonas más grandes, el uso de una azada o un motocultor puede ayudar a agilizar el proceso. Retira con cuidado los restos acumulados, como piedras, palos y material vegetal muerto, ya que pueden impedir el crecimiento de las tomateras e interferir en el riego y el cultivo de la zona.
Incorporar compost o estiércol
Después de limpiar la zona de malas hierbas y restos, es hora de añadir una última capa de compost o estiércol bien descompuesto antes de plantar los tomates. Esto mejorará aún más la estructura del suelo y lo enriquecerá con nutrientes esenciales que son beneficiosos para el crecimiento y desarrollo de las tomateras.
El compost o el estiércol se pueden trabajar suavemente en la tierra con un rastrillo, asegurándose de que se distribuyen y mezclan uniformemente para proporcionar una fuente uniforme de nutrientes a las jóvenes tomateras.
Si no tienes compost puedes conseguir algunos en Amazon o crear el tuyo propio con composteras:
Creación de las hileras de plantación
Cuando se trata de plantar tomates en hileras, es esencial establecer las hileras con precisión para optimizar el espacio de cultivo y facilitar el manejo de las tomateras.
Empieza utilizando una azada de jardín para crear surcos para las hileras. Los surcos deben hacerse a una profundidad de unos 5-7 cm, proporcionando un marco adecuado para que las plántulas o los trasplantes de tomate se coloquen en posición vertical con una cantidad adecuada de tierra de apoyo.

Asegúrate de que haya suficiente espacio entre las hileras, con una distancia recomendada de al menos 60 cm para permitir una aireación suficiente, la exposición a la luz solar y un acceso fácil para las actividades de mantenimiento, como regar, desherbar y cosechar.
El amplio espacio entre las hileras favorece una buena circulación del aire, lo que es crucial para reducir el riesgo de enfermedades fúngicas y garantizar el vigor y la salud generales de las tomateras durante toda la temporada de cultivo.
Profundidad correcta y uso de hilo como guía
Al crear las hileras de plantación, es importante prestar atención a la profundidad y asegurarse de que sea constante para proporcionar unas condiciones de cultivo uniformes a todas las tomateras. Utilizar una cuerda tensa como guía puede ser inmensamente útil para mantener las hileras rectas y espaciadas uniformemente. Puedes utilizar también tutores de acero como guía.

Esto no sólo mejora la organización visual y el aspecto de la huerta de tomates, sino que también sirve como ayuda práctica para garantizar una plantación sistemática y uniforme, sobre todo en huertos más grandes.
Además, emplear una cuerda guía puede ayudar en las tareas de gestión posteriores, como el entutorado y el riego, al proporcionar puntos claros de demarcación y alineación para las hileras individuales de tomates. Este enfoque meticuloso del establecimiento de las hileras contribuye a la eficiencia y eficacia generales de los procesos de cultivo y cuidado, beneficiando en última instancia al desarrollo y rendimiento de las tomateras.
Colocación de los plantones de tomate

Ahora que las hileras están preparadas, es el momento de plantar los plantones o trasplantes de tomate. Al situar los plantones en las hileras, asegúrate de que haya un espacio adecuado entre cada planta para permitir su crecimiento y desarrollo sin restricciones a medida que maduran.
Como pauta general, separa las variedades de tomate determinado entre 45 y 60 cm, y las variedades indeterminadas entre 60 y 90 cm, para dar cabida a sus hábitos de crecimiento y sistemas de soporte característicos.
Después de colocar los plantones a los intervalos adecuados, rellena con cuidado la tierra alrededor de la base de las plantas, apisonándola suavemente para asegurar los plantones en su posición.
Es importante mantener la profundidad original de plantación de los plantones, asegurándose de que el conjunto más bajo de hojas esté justo por encima de la superficie del suelo. Esto favorece el crecimiento de un sistema radicular fuerte y proporciona estabilidad a las plantas jóvenes mientras se establecen en su nuevo entorno de cultivo.
Cubrir y cuidar las plantas

Una vez colocadas las plántulas, cubre ligeramente la base de cada planta con una capa de mantillo, como paja u hojas trituradas.
Cubrir las tomateras con mantillo ayuda a conservar la humedad del suelo, suprime el crecimiento de malas hierbas y regula la temperatura de la tierra, creando un microclima más favorable y estable para que prosperen las plantas jóvenes. Además, proporciona una barrera protectora, reduciendo el riesgo de enfermedades transmitidas por el suelo y evitando que se pudran los frutos al minimizar el contacto directo con el suelo.
Después de plantar, es esencial regar a fondo las tomateras recién plantadas para favorecer su establecimiento inicial.
A medida que las plantas crecen, es importante vigilar la humedad del suelo y regar con regularidad, sobre todo durante los periodos secos, para garantizar una humedad constante y adecuada a las plantas en desarrollo. Además, vigila la aparición de cualquier plaga o enfermedad y toma medidas rápidas para combatirlas, salvaguardando la salud y la productividad de las tomateras.
Aplicación de fertilizantes y gestión de nutrientes (opcional)
Para favorecer el crecimiento vigoroso y el desarrollo de los frutos de las tomateras, es beneficioso aplicar un programa de fertilización regular. Unas 2-3 semanas después del trasplante, puedes suministrar a las tomateras un abono granulado equilibrado con un mayor contenido en fósforo para fomentar un fuerte desarrollo de las raíces y la producción de frutos sanos.

Además, incorporar un suministro continuo de nutrientes mediante aplicaciones quincenales de un fertilizante equilibrado soluble en agua puede reforzar aún más el potencial de crecimiento, floración y fructificación de las tomateras.

Al aplicar fertilizantes, es importante seguir las dosis y directrices recomendadas para evitar el riesgo de sobrefertilización, que puede tener efectos adversos en las plantas y el medio ambiente. Considera la posibilidad de utilizar abonos orgánicos y naturales, que ofrecen un enfoque sostenible y respetuoso con el medio ambiente para nutrir las tomateras al tiempo que enriquecen el suelo con microorganismos beneficiosos y materia orgánica.
Conclusión
En conclusión, el proceso de plantar tomates en hileras implica una preparación meticulosa del suelo, un establecimiento preciso de las hileras de plantación y una colocación atenta de los plantones de tomate, seguidos de un cuidado y una gestión diligentes para promover su crecimiento y productividad. Si sigues las prácticas recomendadas y mantienes un enfoque proactivo respecto al bienestar de las tomateras, podrás cultivar una huerta de tomates próspera y abundante, repleta de frutos exquisitos y sabrosos, para deleite de tus iniciativas culinarias o productos de mercado.
Resumen
Variedad | Método de plantación | Tipo de riego |
Tomate rosa, azul, corazón de toro, cherry… | Plantin o desde semilla(semillero) | surcos |
Enfermedades | Poda | Entutorado |
Podemos encontrar plagas o signos de enfermedades en hojas, como el mildu | Debemos podar quitando los chupones o ramas axilares | Debemos dar un soporte estructural con robustos enrejados, jaulas, tutores o hilos de guía |
Mi experiencia
A la hora de preparar el riego por surcos para mi fue mucho más sencillo que otros métodos, en mi experiencia no necesite fertilizar las plantas ni añadir sustrato comprado. La cosecha fue muy buena y quede muy contenta con el resultado, os recomiendo utilizar esta técnica y ver como os funciona. Solo tuve un problema, las tomateras tuvieron hongos y las hojas comenzaron a ponerse marrones pero lo solucioné espolvoreando azufre sobre las hojas. Feliz siembra!
La profundidad necesaria para los tomates grandes es de 30 centímetros y para los tomates Cherry se necesitará 25 cm, si estamos plantando en surcos la distancia entre cada planta será de 40 cm.
Los cultivos más comunes que no se pueden asociar con los tomates son:
Maíz
Patatas
Romero
Berenjena
Pimientos
Brócoli
Si compramos los plantines la mejor época es a principios de primavera cuando las heladas hayan desaparecido y si hacemos semilleros lo ideal será a finales de invierno, haciendo el trasplante 2 meses después de la siembra
La mejor planta para evitar plagas en las tomateras es la albahaca. Esta planta aromática mejora el sabor de los tomates, además disuade a plagas como los pulgones. Las cebollas también evitan evitan los insectos que pueden acabar con nuestra cosecha.
Otras opciones pueden ser:
Lechuga
Judías
Zanahorias
Guisantes
Ajo
Rábanos